"El Estudio Verde y Oro" presenta, a través de @XEQradio, con la conducción de Rodrigo de la Cadena y Eugenio López, el Homenaje a Alfoso Esparza Oteo.
Alfonso Esparza Oteo nació el 2 de agosto de 1894, en la ciudad de Aguascalientes.
Entre todos los cargos que desempeñó Alfonso Esparza Oteo, destacan los de Director Artístico de la Casa Wagner, Director de la Southern Music Co., Director Artístico de la radiodifusora XEB -en su época de oro-, Jefe del Departamento de Recopilación de Música Folklórica en la Secretaría de Educación Pública y Director de Notables Programas de la XEW.
Además formó parte del famoso cuarteto Los Ases de la Canción, con los maestros Miguel Lerdo de Tejada, Tata Nacho y Mario Talavera. Tras el fallecimiento de Lerdo de Tejada, el grupo tomó el nombre de Trío Veneno.
Alfonso retornó a sus actividades de compositor, presentaciones, conciertos y programas en la XEW. Produjo entonces el programa Así es Mi Tierra, al que imprimió su propia personalidad y por el que recibió la Medalla al Mérito, como reconocimiento a su labor en favor de la música mexicana.
Entre sus canciones más populares están: Un viejo amor, en coautoría con Adolfo Fernández Bustamante, La Rondalla, Dime que sí, con letra de Alfonso Espriú, Te he de querer, Albur de amor, Cenizas de olvido, en coautoría con Gustavo Hoyos Ruíz, La chaparrita, Déjame llorar, No vuelvo a amar, El quelite, Estrellita marinera, Te vengo a decir adiós, Mi gusto es, Hermosas fuentes, Por esa calle vive (Su mamá tuvo la culpa), Golondrina mensajera y Pajarillo barranqueño. En coautoría con Felipe Bermejo, Juan Colorado y Mi tierra mexicana.
El nombre de Alfonso Esparza Oteo ha quedado inmortalizado en numerosas calles de las principales ciudades de la república mexicana, así como con bustos y estatuas de bronce que honran su obra, ya inscrita en el acervo de la cultura popular mexicana. El parque de la Colonia Nápoles en la ciudad de México, que circundan las calles de Nueva York, Georgia, Pensylvania y Alabama, lleva el nombre del Mtro. Esparza Oteo.
El martes 31 de enero de 1950, apenas pasadas las 10 de la noche, salió de su casa para dirigirse a un homenaje que le ofrecería la Casa Madero, y en el momento en que se disponía a poner en marcha su auto, quedó inmóvil, sentado frente al volante.