En este fragmento de Crónicas Bárbaras, Pedro Herrero analiza el estado del feminismo actual, marcado por discursos emocionales, datos falsos, consignas automáticas y un clima moralista que no admite crítica.
El vídeo profundiza en cómo la corriente dominante del feminismo institucional se ha convertido en un proyecto político más centrado en el relato que en la realidad, más preocupado por la identidad que por la verdad.
La figura de Irene Montero aparece como el eje de esta deriva:
una líder que ha construido una comunidad emocional en torno a la victimización, la épica personal y el sentimentalismo político, donde cualquier disenso se interpreta como violencia, y cualquier matiz, como traición.
Pedro Herrero explica cómo el feminismo institucional ha roto con sus raíces ilustradas —igualdad, racionalidad, derechos— para transformarse en un producto cultural, fácil de viralizar y útil para el poder, pero incapaz de resolver problemas reales como la conciliación, la precariedad o la seguridad de las mujeres.
El análisis expone la paradoja del feminismo actual:
habla de empoderamiento mientras exige tutela;
denuncia la opresión pero erosiona la libertad;
dice representar a todas las mujeres pero solo escucha a las propias militantes.
El vídeo también aborda cómo Irene Montero y su entorno han utilizado las redes sociales, los platós y los discursos incendiarios para convertir la política en performance, mezclando ideología con espectáculo, emoción con propaganda.
Un feminismo que ya no pretende convencer, sino dominar el lenguaje, imponiendo marcos, redefiniendo delitos y colonizando la conversación pública.
Pedro Herrero analiza esta situación como uno de los problemas centrales de la política contemporánea:
una lucha identitaria que utiliza datos falsos, moralina y victimismo como herramientas de poder.
Una pieza lúcida, crítica y demoledora sobre el choque entre feminismo, verdad y política.