El gas de la risa de The Joker es un arma a temer sin ninguna duda, pero infunde más terror la capacidad de un villano con una locura extrema de manipular a su antojo a tantas personas. Sin coacción alguna, logra que sus secuaces se inoculen un compuesto que saben de primera mano el dolor y la muerte que les va a provocar. Por suerte, en la vida real tenemos un gas de la risa no tan letal como el del villano del caballero oscuro, pero con el que tenemos que tener cuidado y no abusar, por muy bien que nos lo pasemos.