La Gran Guerra marcó la aparición de la guerra total como no se había visto desde la Guerra de los Treinta Años del siglo XVII.
Los 10 millones de muertos y los 21 millones de heridos son sólo una parte de la historia. Millones de personas, muchas de ellas civiles, vivieron la violencia como algo cotidiano, y sociedades enteras fueron desalojadas. Para una multitud incalculable, el capitalismo del laissez faire desapareció para siempre, para no volver jamás. Artistas, escritores e intelectuales en general celebraron lo irracional como un bien positivo. La guerra total pronto desembocaría en el Estado totalitario: de Verdún y el Somme a Auschwitz e Hiroshima.