Se nos va de ojo que ya existe un interfaz, llamado casco EEG, que permite interactuar mentalmente con máquinas y robots.

Es un casco de goma que hemos podido ver en documentales y reportajes de información científica, que incorpora unos sensores conectados a un cable que transmiten las señales cerebrales que captan a un ordenador para que este amplíe el conocimiento sobre cómo funciona nuestro cerebro.

Electro encefalogramas que ya hoy, y gracias a la inteligencia artificial, transfiere esa información de manera directa a máquinas y robot, para que ejecuten lo que estamos pensando. De este modo, en un futuro próximo, podremos interactuar directamente con la máquina con órdenes mentales, haciendo real lo que hemos atribuido mil veces en películas de ciencia ficción y relatos, a sociedades más desarrolladas llegadas de otros planetas. Ficción convertida en realidad verificable gracias a la inteligencia artificial que deparará, en un futuro próximo, nuevos avances que cambiarán nuestro estilo de vida, de convivencia y de interpretarnos a nosotros mismos desde otra perspectiva nueva. ¡Que no se te vaya de ojo!