Se nos va de ojo la confirmación de que, al morir, la mente recupera los mejores momentos de nuestra vida gracias a las ondas cerebrales Gamma, tal y como se afirma en el artículo titulado “Fronteras en la neurociencia del envejecimiento”, publicado por un grupo internacional de neurocientíficos, que afirman haber registrado la actividad cerebral de un paciente en el momento de la muerte; y comprobar que las ondas Gamma siguen actuando en los 30 segundos previos y posteriores a la parada del corazón, con la misma actividad que cuando recordamos, soñamos o meditamos.
Ondas Gamma que son fundamentales para el proceso de la información y extraer recuerdos de la memoria que, al haber sido grabadas, les lleva a concluir que, en ese momento final, el cerebro podría estar recordando los momentos más importantes de nuestra vida. Un descubrimiento que abre la puerta a la pregunta de: ¿cuándo se produce, por tanto, la muerte efectiva?, y da pábulo a la otra cuestión de dar crédito, o no, a la creencia de muchas personas de que mi yo pervive una vez fenece el cuerpo físico. Preguntas y dudas a las que dará luz, sin duda, la neurociencia en no muy lejano tiempo. ¡Que no se te vaya de ojo!