Y lo que Dios ordena aquí es, sencillamente, revolucionario. Escuchen bien:

·        Primero, Diagnóstico y Aislamiento. La ley decía que, si alguien tenía una llaga sospechosa, debía ser llevado al sacerdote. El sacerdote no solo cumplía una función espiritual, ¡actuaba como un oficial de salud pública! Y si la llaga era sospechosa, Levítico 13:4 dice: "lo aislará el sacerdote por siete días".¿Les suena familiar? ¡Es el principio de la cuarentena!

·        Segundo, Confirmación y Separación. Si después de esos siete días la enfermedad seguía ahí, la persona eradeclarada "inmunda", no como un juicio moral, sino como unadeclaración de salud pública. Y se le ordenaba vivir "fueradel campamento" (Levítico 13:46) para proteger al resto de lacomunidad.

·        Tercero, Higiene y Purificación. La ley ordenaba lavar la ropa y cualquier objeto que hubiera tocado la persona infectada para detener la propagación.

·        Y cuarto, Control en el Hogar. ¡La ley incluso se extendía a lo que llamaba la "lepra de las casas", que hoy creemos que era moho tóxico! Ordenaba quitar las piedras infectadas e incluso demoler la casa si era necesario para que el foco deinfección no se esparciera.