El 24 de noviembre de 1971, un hombre secuestraba un avión, conseguía un rescate de 200.000 dólares y huía saltando en paracaídas a 3.000 metros de altitud sobre el Estado de Washington. Es el único caso de secuestro aéreo sin resolver. Esta semana, en El Golpe, nos acercamos al misterio de D. B. Cooper.