¿Se puede criticar la estructura universitaria pública sin necesidad de promover su destrucción? Sí. ¿Se puede criticar la estructura universitaria pública en pleno ascenso de Milei? Por supuesto. La mayoría de aquellos que defienden la universidad pública creen que solo se la puede sostener evitando toda crítica o condenando la crítica al ámbito puramente interno. Algo así como “no tenemos ningún trapo sucio” o, si los hay, “se lavan en casa”. Nada más equivocado. La población que sostiene con sus impuestos los costos de un sistema universitario, tiene derecho a saber de qué se trata. Y para eso, nada mejor que comenzar por exponer los mitos que sostienen una imagen falsa del mundo universitario. Hoy, vamos a examinar el mito del concurso universitario, es decir, la forma en que se selecciona a los profesores de la universidad pública.