¿Cuál es el origen del revanchismo ideológico derechista que estamos viviendo? ¿Cuál es la agenda de la derecha liberotaria, del trumpismo y el anti-wokismo? ¿Estamos ante la emergencia de distintos gobiernos fascistas o de un nuevo "síndrome de 1933" como algunos piensan? ¿Debemos abandonar el universalismo en post de los particularismos identitarios? ¿Qué debe hacer la izquierda en este contexto?

👉Estas y otras reflexiones serán analizadas por Eduardo Sartelli en el primer vivo de La Sartelli por el Mango.

¿Se puede criticar la estructura universitaria pública sin necesidad de promover su destrucción? Sí. ¿Se puede criticar la estructura universitaria pública en pleno ascenso de Milei? Por supuesto. La mayoría de aquellos que defienden la universidad pública creen que solo se la puede sostener evitando toda crítica o condenando la crítica al ámbito puramente interno. Algo así como “no tenemos ningún trapo sucio” o, si los hay, “se lavan en casa”. Nada más equivocado. La población que sostiene con sus impuestos los costos de un sistema universitario, tiene derecho a saber de qué se trata. Y para eso, nada mejor que comenzar por exponer los mitos que sostienen una imagen falsa del mundo universitario. Hoy, vamos a examinar el mito del concurso universitario, es decir, la forma en que se selecciona a los profesores de la universidad pública.

Una pregunta sobrevuela la Argentina (y en cierto modo otras regiones y otros países con apenas un cambio de nombres: Trump, Bolsonaro, Johnson, etc.): ¿cómo es posible que ese personaje esté allí? Entendiendo “ese personaje” por Javier Milei y ese “allí” por la presidencia de la República. Es evidente que la duda más importante es, sin embargo, otra, que de alguna manera está atada y se solapa con la anterior: ¿es Milei un accidente, un cisne negro del sistema político o, más bien, la emergencia de una revolución profunda, que ha pasado desapercibida y ha sorprendido a todos? Esas preguntas son abordadas desde los puntos de vista más diversos por todos los sorprendidos, ya sea explícita o implícitamente. Hoy examinamos dos libros, uno que se plantea el tema explícitamente (Milei, una historia del presente, de Ernesto Tenembaum), y otro que, sin pensarlo directamente (porque fue escrito antes del triunfo de LLA) implícitamente está buscando una respuesta a un problema que de alguna manera contiene esta novedad (El nudo, de Carlos Pagni). A partir de ellos, expondremos un esbozo de respuesta distinto.

Como ya dijimos, Milei (y la mayoría casi absoluta del liberalismo) defiende la Convertibilidad como el non plus ultra de la política económica argentina. No por casualidad, el Mingo aparece como de los ídolos del actual presidente. Hoy hablaremos del momento más exitoso de la Convertibilidad, de las medidas que compusieron el programa y de los primeros resultados, es decir, el período que va de 1991 a 1995. En una próxima entrega, veremos las transformaciones sociales que produce la Convertibilidad, las privatizaciones, los costos del plan, haremos una comparación con planes similares en el mismo momento histórico y, por último, el estallido.

Milei (y la mayoría casi absoluta del liberalismo) defiende la Convertibilidad como el non plus ultra de la política económica argentina. No por casualidad, el Mingo aparece como de los ídolos del actual presidente. Como veremos en las últimas etapas de esta reflexión sobre la experiencia liberal más consistente y duradera, Cavallo, el mejor ministro de la historia, según Milei, es uno de sus principales críticos, así que en algún momento veremos la crítica de la Convertibilidad al caputismo. En esta primera parte, hablaremos del contexto en el que surge la Convertibilidad.

Milei (y la mayoría casi absoluta del liberalismo) mantiene a José Alfredo Martínez de Hoz en un absoluto ostracismo. El silencio, en el mainstream liberal incluye a Adalbert Krieger Vasena y, si se mira bien, a Álvaro Alsogaray. La razón es sencilla: los tres fueron ministros de dictaduras, la de Videla, el primero, la de Onganía, el segundo; la de Aramburu, el tercero. Y los liberales hacen hoy votos “democráticos” y tratan de despegarse de esa “pesada herencia”. Sólo Alsogaray ha logrado despegarse parcialmente de tal prosapia, gracias a su vínculo con Carlos Menem. Claro está, de los tres, el ministro de las orejas grandes es el que peor llevó su carga. Como sea, Don Alfredo resulta ser bastante más progresista que Milei y, aunque la izquierda insista en vincularlos, las similitudes no van más allá de la filosofía general del ajuste liberal.

Trigésima quinta edición de LSM. La Argentina necesita crecer, conquistar el mercado mundial, multiplicar sus exportaciones, relanzar la productividad y crear una dinámica expansiva que resuelva los principales problemas económicos y sirva de base a una verdadera revolución social. Para eso, hay que recuperar la relación histórica entre desarrollo y socialismo. En esta nueva edición de la Serie Roja, de LSM, te explicamos cómo.

Trigésima cuarta edición de LSM. El ajuste de Milei no constituye ninguna novedad. Es más de lo mismo de lo que hemos visto muchas veces: Alsogaray, 1959; Krieger Vasena, 1967; Martínez de Hoz, 1976; Sourrouille, 1985; Cavallo, 1991; Dujovne, 2017. En esta ocasión, vamos a ver en qué consiste un “ajuste” argentino típico y examinaremos el primero de todos, que suele ser dejado en un piadoso cono de sombra por peronistas y liberales: el Plan de ajuste de 1952, llevado adelante por Juan Domingo Perón. Veremos también al final, por qué Guillermo Moreno y Javier Milei son dos caras de la misma moneda.

Primera edición de LSM (s)

¿Victoria Villarruel se prueba la banda? Un nuevo fracaso anunciado de Milei, cada día más solo y dependiente de Caputo. Un análisis de la crisis política del gobierno y de las perspectivas futuras de la vicepresidenta, la nueva Georgia Meloni argentina.

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La Sartelli Por El Mango 2024

La columna semanal de Eduardo Sartelli

Capítulo 33 - 12/2/2024

Trigésima tercera edición de LSM.