Múltiples comunidades mayas de Yucatán enfrentan serios problemas relacionados con la calidad del agua. Señalan que el agua de los cenotes, que durante generaciones fue potable, ahora representa un riesgo para la salud debido a que fue contaminada por la industria porcícola.
Estas comunidades, tradicionalmente dedicadas a la apicultura, denuncian que su economía fue afectada debido a que la mala calidad del agua tiene efectos negativos en la producción de miel. Algunas de las empresas porcícolas, además, se habrían instalado de forma ilegal.
Sobre este tema conversamos este sábado con Matilde Dzib, integrante del Consejo Maya del Poniente de Yucatán Chik’in-já, una organización que desde hace años se opone la presencia y expansión de la industria que compromete su economía y su salud.
Esta historia, además, conforma el sexto episodio de la segunda temporada de Periodismo de lo Posible, una serie de podcast que narra historias de resistencia desde los territorios, y busca develar las estrategias mediáticas y el tráfico de influencias de la industria porcícola para ocultar la magnitud del problema.