La mejor elección es vivir para Dios y no para la gente.

Conversamos sobre la importancia de congregarnos como cristianos.

En Cristo, tenemos autoridad para reprender a Satanás cuando viene con mentiras para distraernos.

Dios nos transformó al convertirnos en nuevas criaturas. Ahora es Dios, a través del Espíritu Santo, quien gobierna nuestras vidas.

Todo lo que damos, antes lo hemos recibido de Dios.

Hay muchas personas con necesidad. Solamente se debe caminar con los ojos abiertos.

El evangelio transforma la manera en que usamos los recursos.

En la vida cristiana, no podemos dar consejos sin antes vernos a nosotros mismos y ver nuestra condición.

No existe la pareja perfecta, pero ¿cómo es una relación de cristianos?

Vencer las tentaciones no es un esfuerzo humano, es el trabajo de Dios en nosotros.