"He estado leyendo mucho sobre el mundo post pandemia y me he dado cuenta de que que hay un patrón que refleja una forma de pensar y creo que eso también es parte de la crisis.
Me explico, muchas de las ideas que buscan explicar lo que pasa, en verdad son lo que se llama sesgos de confirmación. Es decir, los hechos que ven y la forma como lo interpretan confirmar sus creencias.
Nosotros somos máquinas de generar significado, ante cualquier acontecimiento y experiencia que vivimos inmediatamente nosotros generamos interpretaciones y le damos un sentido a lo que acontece. Enmarcamos eso que pasa en un relato.Como no somos consciente de eso, lo hacemos automáticamente. Esto limita nuestra capacidad de pensar y generar nuevas interpretaciones.
A esto tenemos que añadirle la cultura de la posverdad. ¿Qué es eso de la posverdad? Bueno, la cultura que vivimos en la cual cualquier ideología, prejuicio, creencia pre científica, mito o simple teoría de conspiración es difundida y aceptada como verdadera.
Hay teorías para todos los gustos y colores, los algoritmos de las redes sociales ayudan a difundir la posverdad al crear las burbujas de realidades, donde circulan pseudo noticias o fake news que los que creen en esas teorías comparten y reenvían, dándoles relevancia y haciéndolas parecer verdad.
Antes, las historias y los relatos que daban sentido a la realidad eran difundidos por políticos desde ideologías más o menos coherentes, por pensadores con cierta rigurosidad como historiadores, filósofos o por líderes religiosos. Los artistas también alimentaban narrativas y relatos con sus obras de arte. Ahora no, ahora los relatos están en manos de cualquier loco que se le ocurra postularla.
Hay un sesgo cognitivo, llamado El efecto Dunning-Kruger, según el cual los individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren de repente un sentimiento de superioridad ilusorio, considerándose más inteligentes que otras personas más preparadas y con autoridad en un dominio de conocimiento que las lleva creer que pueden tener la razón y tomar posición sobre un tema.
La premio nobel de literatura Olga Tokarczuk dice que esos relatos han sustituido a la literatura en las grandes masas, apropiandose se las pantallas de nuestros dispositivos. Estas son historias primitivas llenas de odio, contadas por idiotas y protagonizadas por personas en extremos estereotipados. Historias de buenos y malos, víctimas y victimarios.
Byung Chull Hans, el filósofo coreano habla del disincronía del tiempo. Es como si la vida hubiera perdido su sentido de procesos, su sentido histórico. Todos los momentos son felices, todos somos turistas del mundo en que vivimos y eso lo reflejamos en las selfies. Las selfies no tienen pasado ni futuro, son momentos felices y así construimos el relato de la vida. No hay conflictos, no hay tristezas, no hay pérdidas, ni fracaso, en una sociedad donde todos estamos fracasando.
Los líderes de cualquier comunidad y de cualquier dominio deben romper este cerco que condiciona cualquier idea original para que puedan, desde allí, ayuda a sus comunidades y seguidores comenzar a generar un nuevo sentido de este tiempo que nos tocó vivir." Esteban Reyes.