¿Pueden conversar las generaciones cuando no existe más el marco de la tradición? ¿Qué es la autoridad? ¿Qué es crecer? ¿Tiene sentido crecer?

Dos modos de vivir que buscan profundidades sin traspasar las superficies.

Amar, desear y follar no son la misma cosa. Todo indica que del pánico sexual pasamos al pánico del amor.

La crueldad no ataca a alguien por quien es sino por lo que es: su género, su etnia, su pensamiento político, su origen. Puede haber también crueldad en un diagnóstico, en las dinámicas de trabajo o en un grupo de “amigos”.

¿Hay que desterrar la incertidumbre o aprender a convivir con ella?

Constanza Michelson entra al mundo de los sueños, "el agujero de las verdades del yo", para hablar de sus revelaciones e implicancias.

Vivimos en un mundo cuyo ritmo vertiginoso nos puede perder. El pánico busca refugio en la nostalgia o en el miedo, busca un pasado mejor o un chivo expiatorio a quien culpar. Mientras que el canto es una forma de conexión con la realidad.

No siempre es extraviarse. También puede ser salir del flujo para retomarlo de otro modo o en otra parte. Si no podemos ganar tiempo, perdernos nos permite ganar espacio.

Un trastorno de diagnóstico frecuente que, sin embargo, también puede ser hoy uno de nuestros principales modos de vivir dadas las condiciones que nos tocan.

Dos personalidades opuestas, pero que se vinculan más de lo que creemos, como Caín y Abel, Salieri y Mozart, Canitrot y Espina.