En abril de 2025, el oro ha alcanzado máximos históricos, cotizando por encima de los 3.300 dólares la onza. Este repunte, superior al 25% en lo que va de año, se debe a la creciente incertidumbre económica global y a las políticas arancelarias impulsadas por el presidente Donald Trump. Estas medidas han debilitado al dólar y han generado volatilidad en los mercados, lo que ha llevado a los inversores a buscar refugio en activos seguros como el oro.

Los bancos centrales han intensificado la compra de oro, acumulando más de 226 toneladas en el primer trimestre del año, el mayor volumen desde 2022 . Analistas de Goldman Sachs y UBS han elevado sus previsiones, estimando que el precio del oro podría alcanzar entre 3.650 y 3.950 dólares por onza, e incluso llegar a 4.500 dólares si se materializa una recesión en EE. UU. La Reserva Federal ha señalado que los aranceles podrían frenar el crecimiento económico y aumentar la inflación, lo que refuerza la tendencia alcista del oro.​

En España, esta subida se refleja en el mercado minorista: en Euskadi, el gramo de oro se paga entre 57 y 60 euros, lo que ha incrementado la actividad en las tiendas de compra-venta de oro . Con la posibilidad de nuevos recortes en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal y la persistente inestabilidad geopolítica, el oro podría seguir siendo una inversión atractiva en los próximos meses.​