Para todos los católicos es una gracia muy especial saber que las enseñanzas del Papa son las mismas enseñanzas que las enseñanzas de Cristo. Los católicos no creemos simplemente en lo que dice el Papa. Sabemos que lo que dice el Papa es lo mismo que dijo Jesús. El Papa tiene la asistencia especial de Cristo que hace que no pueda equivocarse en todo lo relacionado con la fe. Esta ayuda especial es lo que se llama la infalibilidad.

Junto con la tarea de ser Maestro está también la de ser Pastor, que Jesús le da a Pedro al final del evangelio de San Juan. Tres veces le pregunta Jesús a Simón Pedro si lo ama y ante la respuesta afirmativa de Pedro, Jesús le ordena “Apacienta mis corderos... Apacienta mis ovejas... Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 15-17). Tres veces le pregunta y tres veces le responde. ¿Mayor confirmación que ésta para darle el encargo de Pastor universal de los hombres? Y así lo entendieron los apóstoles desde esos tiempos. Sabían que Pedro tenía un lugar privilegiado entre ellos, por indicación del mismo Jesús. Por lo tanto, al Sumo Pontífice le corresponde también ser el Pastor Universal de la Iglesia Católica. Como Pastor tiene que guiar a las ovejas hacia los mejores pastos, tiene que ayudarlas en sus necesidades y dificultades.

"Jesús, motivo de escándalo"

“Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo … Y Él se asombraba de su falta de fe". (Mc 6, 3.6)

“¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de escándalo!” (Mt 11, 6)

“Y Jesús les dijo: «Todos ustedes se van a escandalizar, porque dice la Escritura: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas” (Mc 14, 27)

“Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás». Jesús le respondió: «Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces».” (Mt 26, 33-34)

“Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm. Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?». Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza?” (Jn 6, 59-61)

Jesús siempre va a ser 'motivo de escándalo'. Su persona no deja indiferente. Su mensaje es 'buena noticia' que salva. Pero, para llegar a ser salvación, antes tiene que ser espada que lastima el alma y la parte por el medio. Lo hizo con María; también con José, con Pablo y con quien se anima a seguirlo".