La nueva serie documental de Netflix que pretende explorar el más allá y la vida después de la muerte es un sinsentido que debe ser asumido con óptica sensata. En los tiempos donde hemos perdido a tantos por la pandemia puede ser un cuchillo de doble filo.

Es falso que exista una solidaridad tan mediática en la sociedad mexicana, somos reactivos cuando vienen tragedias que únicamente podemos concebir ante nuestros propios ojos como los sismos o inundaciones, pero cuando se trataba de hacer empatía, pensar en el bienestar colectivo de un futuro que nos va a rebotar a todos, fuimos indiferentes y nos comportamos como quiere el gobierno que lo hagamos. Le regalamos al gobierno la selección natural.

En una de las mentiras más grandes jamás vistas ante las cámaras del mundo, Andrés Manuel López Obrador fue a decir que Donald Trump nunca le ha querido imponer nada México y que trata cada vez con más respeto a los paisanos. En un intercambio de alabanzas para abonarle y buscar que la comunidad mexicana con derecho a voto apoye la reelección del racista de la Casa Blanca. El pago del favor fue la entrega de los gobernador de Chihuahua, César Duarte, detenido el mismo día de la visita, en Florida.

Cada vez más sensibles, cada vez más violentos en su discurso. La polarización del país en su punto máximo y en riesgo de que perdamos la institución sacrosanta de las elecciones. El circo de los payasos.

A dos semanas de que el presidente López Obrador rompió el confinamiento, ficticio porque no hubo tal, suman confirmaciones de 5000 contagios nuevos cada noche. El país del terror de la muerte fuimos el único estado de las naciones que “reabrió“ Cuando los contagios y los muertos iban en escalada. El gobierno de la muerte.

“Reabrieron” el país en un baile con la muerte. El fracaso del control de la epidemia disfrazado de un discurso criminal. Les importa más el trenecito y la rifa del avión que no rifa ningún avión.

Les urge cuadrar las cifras de forma artificial para que el 1 de junio se vayan todos a la calle y se muera quien se tenga que morir. El gobierno mexicano con la bota de Trump en la cabeza y ya se fregaron

Hoy conversamos sobre aquellos giros comerciales que prácticamente ya quedaron enterrados con la pandemia y difícilmente volverán a levantarla pero también cuáles son las actividades económicas que pintan para un despegue meteórico cuando termine el confinamiento.

Esto no va cambiar ni se va a terminar como tú crees. A menos que ya prestes oídos a lo que te están gritando desde otro plano. No volverá a ser lo mismo y tenemos que transformar la visión de cómo concebimos la vida.

Eleva tu conciencia, no esperemos nada del gobierno. Se nos puede ir la última oportunidad de ser otro tipo de sociedad y de país.