Las fantasías cambian la realidad. Ése es su propósito. En realidad no lo pueden hacer, pero sí pueden hacerlo en la mente que quiere que la realidad sea diferente. Tu deseo de cambiar la realidad es, por lo tanto, lo único que es temible, pues al desear que la realidad cambie crees que tu deseo se ha cumplido. En cierto sentido, esta extraña perspectiva da testimonio de tu poder. Mas cuando lo distorsionas y lo utilizas en favor del "mal", haces también que sea algo irreal para ti. No puede serle fiel a dos amos que te piden cosas contradictorias.