La palabra merolico es un mexicanismo que designa a un charlatán, a un vendedor y/o a un curandero callejero que hace promesas de maravillas sin fin. Por extensión les decimos así a las personas que hablan mucho: «Éste habla como merolico»
Lo que la mayoría de nosotros desconoce es que Merolico fue una persona y que, por lo tanto, la definición de esta palabra se sustenta, en buena medida, en la vida y obra de este peculiar personaje que llegó a México en 1879. Su nombre era Rafael Juan de Meraulyok —nativo de Suiza—, pero, como su apellido era impronunciable, todo quedó en "señor Merolico".