Hoy nos hemos ido a un lugar que forma parte de la historia de Asturias. El poblado minero de Bustiello constituye una excepción dentro del patrimonio industrial asturiano, levantado entre 1890 y 1925 por la Sociedad Hullera Española, se convirtió en un lugar perfecto para la vida del obrero ejemplar cuyo esfuerzo, lealtad y compromiso con la empresa se veían con él recompensados.

No faltaba casi de nada, iglesia, sanatorio, escuela, economato, farmacia y, para el control del ocio, el Círculo Obrero Católico.

Bustiello fue pionero en su época, sobre todo para facilitar la vida a los habitantes, sin que estos tuviesen la necesidad constante de trasladarse a otro núcleo cercano. Pocos serían los elegidos para vivir en la jaula de oro, una utopía perfecta donde los trabajadores vivían bajo sus reglas y condiciones. Bustiello es una auténtica joya empresarial, un poblado que surgió gracias a las minas y que hoy, sin duda gracias mucha gente, aun podemos disfrutar.