Una ciudad es solo eso, un término municipal. Pero un equipo que juega allí tiene la capacidad de elevar esa urbe a un plano diferente. De convertir a una ciudad en una unidad y llevarla día tras día por toda la geografía del país.

Seattle llegó a la NBA en 1968 como podría haberlo hecho a la ABA. Y lo hizo de una manera tan rápida y llamativa que acabó conquistando los corazones de los aficionados de la liga. 

Los Supersonics y Seattle, una unión separada por un juez, el juez David Stern. Quien harto de la decisión soberana de un pueblo castigó a la ciudad con su destierro de la NBA. Se llevó el equipo a un lugar en medio de la nada. Y lo peor, despojándole de su historia y su pasado.


Valoración del sonido de Javi: 8 sobre 10

Esto no es un podcast NBA, un programa dirigido y presentado por Sergio Rabinal (@s_rabinal) y Javier R. Rodríguez (@cafederick)

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