Con Indiana y Oklahoma rumbo a Las Finales, repensamos cómo deben afrontar este cierre de temporada los Knicks y los Timberwolves. Han llegado a finales de conferencia y deberían estar más que satisfechos, pero también han fallado en aspectos clave que deben limar de cara a convertirse en auténticos candidatos al anillo. ¿Tienen que mantener sus estructuras alrededor de Jalen Brunson y Anthony Edwards? ¿Por qué seguir con Karl-Anthony Towns y Julius Randle? ¿De verdad Tom Thibodeau es el hombre ideal para el banquillo del Madison?

Con el 3-1 en ambas finales de conferencia, y unas sensaciones de dominio claro para ambos ganadores, la NBA empieza a vestirse de gala para Las Finales. Pacers y Thunder consiguen superar a Knicks y Timberwolves con dos majestuosos partidos, tanto de sus principales estrellas como de todo el plantel. Haliburton parece emular a Magic y Shai a Harden con un liderazgo fantásticamente secundado por escuderos como Siakam, Nesmith, Jalen Williams y Chet Holmgren. Por parte de Nueva York y Minnesota, toca empezar a pensar en cómo sobreponerse a este abollón para volver el año que viene con la lección bien aprendida.

Ambas finales de conferencia llegan al tercer partido con el mismo resultado, pero sensaciones muy distantes. Al menos nos hemos salvado del 3-0 que eliminaría todo tipo de incógnitas, tensión y dramatismo necesario para continuar pegados a estas eliminatorias. Los Thunder abandonan su competitividad en casa para llegar a Minnesota y ser barridos por unos Wolves que todavía pueden dar un serio susto al máximo candidato. En el Este, unos Pacers con el partido en la mano, cedieron la contundente ventaja para dejar vivos a unos Knicks que esta vez se agarraron a Karl-Anthony Towns como héroe inesperado, pero de sobra cualificado.

Las finales de conferencia decidieron arrancar al gusto del aficionado medio a esta competición: una demostración absoluta de liderazgo (los Thunder y su defensa arrasadora) y una sorpresa irrepetible en uno de los mayores escenarios del baloncesto mundial (los Pacers de Haliburton siguen obrando milagros). Y ya se da a conocer el mejor jugador de la temporada: Shai Gilgeous-Alexander acalla el debate y se corona por primera vez pese a la férrea competencia de Nikola Jokic por el galardón.

Ya conocemos todos los candidatos que pelearán en las finales de conferencia por un hueco en la última batalla. La clasificación de Oklahoma y New York Knicks conforman un panorama que mantiene la dinámica de las últimas temporadas: no habrá un campeón que revalide el título de la NBA, será otra vez un equipo nuevo quien consiga el mayor de los honores. Así pues, quedan fuera de la contienda Denver Nuggets y Boston Celtics, los dos últimos ganadores del anillo, y dos franquicias que afrontan un verano plagado de delicadas y arriesgadas decisiones para que sus proyectos sigan vigentes y se agarren a la pelea del próximo año.

Ya no hay excusas con los Pacers y los Timberwolves: son candidatos al anillo por sus propios méritos. Pisaron las finales de conferencia el año pasado, y este vuelven a repetir, a falta de conocer a sus rivales. Las franquicias comandadas por Tyrese Haliburton y Anthony Edwards han encontrado dos líderes y numerosos escuderos de altísimo rendimiento, realmente competitivos, y han sabido cuidar sus proyectos para aprovechar cualquier oportunidad. Y aquí la tienen.

Pues eso, que esta NBA no hay quien la entienda, y en tan solo una noche ha transformado su presente y futuro radicalmente. Boston Celtics está a un paso de caer en Playoffs ante New York Knicks, pero lo verdaderamente importante es saber qué piensan hacer si la lesión de Jayson Tatum es tan grave como parece. Por si fuera poco, la lotería de Draft más loca de la historia lleva a Cooper Flagg a Dallas Mavericks (en teoría, a ver qué hace Nico Harrison), y el número 2 será para San Antonio Spurs, que debería hacer todo lo posible para convencer a Milwaukee Bucks y poder juntar así a Wembanyama con Giannis Antetokounmpo.

Cuesta mantener la compostura y la calma cuando se ven, uno tras otro, tantos partidos absurdos en estos Playoffs. Un día por falta de liderazgo, otro por dejarse ir, otro por no ser capaces de responder a ajustes muy simples. Y así constantemente. Puede que, debido al nuevo margen salarial, el problema sea la falta de recursos para conformar equipos legendarios, o quizá que falten jugadores jóvenes cubiertos de verdadera grandeza para echarse el equipo a la espalda. ¿No debería serlo Jokic? ¿Merece más crítica una leyenda de su nivel? ¿O no es justo por ahora ponerle en la escala de los Larry Bird, Olajuwon y compañía? Esto coincide con la noticia de Charania de que Giannis empieza a plantearse un futuro lejos de Milwaukee: lo esperable. Muchos posibles destinos, algunos como el propio Oklahoma City Thunder, el mejor equipo de la temporada pero que, de nuevo, carece de ese punto competitivo que solo atesoran los más grandes. ¿Será una verdadera estrella como Antetokounmpo la solución?

Que remonten los Celtics en el Madison parece más difícil que conseguir entradas para el concierto de Bad Bunny, pero de estos Playoffs ya podemos esperarnos cualquier cosa. Boston vuelve a complicarse la vida ante unos New York Knicks que vuelven a casa con los dos partidos ganados en los instantes finales. Mismo resultado para Indiana, que fulmina a los Cavaliers y les deja casi descartados para las finales del Este. Oklahoma sabe reponerse del primer susto de Denver, mientras que los Timberwolves tensan mucho la cuerda antes del segundo enfrentamiento contra Warriors en Minnesota. Sin Curry además, factor decisivo durante, al menos, una semana.

Con todos los emparejamientos definidos en ambas conferencias, hacemos balance de cuáles son sus situaciones para hacerse con un hueco en las finales del Este y el Oeste. Indiana Pacers ya ha sido capaz de dar el primer susto a los Cavaliers y se lleva la primera victoria en Cleveland. Denver Nuggets acabó fulminando a Kawhi y Harden, hundiendo así al proyecto de los Clippers y mandando un serio aviso al mejor equipo de la temporada: Oklahoma no puede fiarse de Nikola Jokic. Minnesota mandó a LeBron y Luka a Cancún, y ahora quiere dar otro puñetazo en la mesa pasando por encima de Curry, Jimmy y Draymond Green. Desaparecen del mapa los Rockets. Los Knicks no ofrecen ninguna ilusión ante Boston Celtics, pero quién sabe si pueden dar alguna que otra sorpresa.