En una pequeña villa rodeada de bosques oscuros y montañas distantes, se rumoraba sobre una casa olvidada por el tiempo, conocida solo por aquellos que aún se atrevían a escuchar las antiguas leyendas. La casa, que se encontraba en lo alto de un acantilado, parecía desafiar las leyes de la naturaleza: siempre estaba cubierta por una niebla espesa, como si un velo de secretos la protegiera.