"Y el alma de la dama palpitó como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse".
La pintura es un arte que esconde raros poderes. No hay amor que supere la voluntad del artista que plasma sobre el lienzo la naturaleza que él mismo observa, y aunque el arte pueda inmortalizar todo lo que esté a su alcance, aquello que representa acaba por perder una parte de sí mismo. A veces, el artista desconoce que todo tiene un precio, y en esta historia la pintura no tiene piedad sobre los que quedaron para siempre en sus retratos, en toda su viva belleza.