Pablo escribe a Timoteo describiendo la vida de la comunidad cristiana, con nombres históricos que nos declaran la vida de hombres y mujeres haciendo parte de una iglesia realista, que va tejiendo una sociedad nueva. El evangelio, como siempre, nos desafía a ver nuestra realidad con sus anhelos y deseos, y a ella nos envía para dar esperanza, paz y salud, signos de la presencia del Reino entre los hombres. ¡Señor, entusiásmanos por tu Reino!