Y en aquel día dirás:
Te doy gracias, oh SEÑOR, porque
aunque estabas airado conmigo
se ha apartado tu ira
y me has consolado.
He aquí, Dios es mi salvador,
confiaré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS,
Él ha sido mi salvación. Isaías 12:1-2