Yo pasaba la mano por la pared y contaba los escalones. La botella de leche hacía un sonido ahogado. Si no se había echado a perder, pronto lo haría, y añoré mi bolso con el móvil y la cartera, las llaves de casa, mis trocitos de normalidad.
Relato de Natàlia Cerezo. Narración de Sergi Mas.