¡Vuelve el FIB! Allí estuve 25 años seguidos, pero... ¿debería regresar? Atrás quedaron los tiempos de la vanguardia indie y los carteles plagados de grandes estrellas. Benicàssim ya no es más que una excusa para "pasarla bien", como dicen los chicos de Carolina Durante. Apenas el buen gusto pop de The Lathums, o el empuje de Circa Waves nos animan a curiosear un poco en el cartel de este año, y casi que sólo encontramos comercialidad pseudo-indie dispuesta a prender la mecha de la fiesta. Tengo miedo de que me invada el síndrome de James Hetfield y tirarme al suelo envuelto en lágrimas; aún así, podría dejarme convencer y soñar que todavía soy joven. Call my name!

¿Os imagináis hacer todo aquello que más nos gusta como si fuese siempre la primera vez? Ese es el espíritu del Umbral de la Inopia. Maravillas como "Endless Rooms", el flamante nuevo disco de Rolling Blackouts Coastal Fever, o "Time Capsule", el fascinante viaje lisérgico de Particle Kid. Una vez sumergidos en la profundidad de los sonidos, descubrimos el viaje en el tiempo de las guitarras tintineantes ("Sonic Flower Groove" -Primal Scream- vs. "Past Life Regression" -Papercuts-) o cómo la shoegazerización indie-pop del sunshine folk-rock barroco de los 60s ha realizado alucinantes conexiones. Bucea en la música y se feliz. Love you!

Escuchamos brillantes canciones pop para mitigar la desazón cotidiana: "Metal Phase" (Good Grief), "Keep It Up" (Rex Orange County), "Chaise Longue" (Wet Leg), "Sauce Piquante" (April March). The Sisters Of Mercy nos recuerdan lo vanguardistas y modernos que fuimos en aquella Valencia de principio de los 80s, y de como el rock se reinventó para seguir ofreciendo música underground y subversiva. Ahora que es casi tan nostálgico escuchar "Floorshow" como "Let It Be", nos preguntamos si es necesario ver en directo a un señor de 63 años vociferando aquellas canciones que bailábamos en la discoteca siendo adolescentes. Quizá me encuentre más cómodo en mi chaise longue escuchando a The Black Belles. Give me honky tonk horror!

Dark Entries Records rescató en 2011 las demos que en 1983 grabaron The Danse Society en los Greenhouse Studios de Londres. Así de intensos, crudos y oníricos sonaban realmente aquellos chicos de Barnsley. Una oscuridad y profundidad que todavía encontramos hoy en grupos como Fontaines D.C.

Y al tiempo que recónditos sellos resucitan maravillas del pasado, viejos francotiradores siguen brindándonos suculentos discos: Cathal Coughlan y Jacknife Lee (Telefis), The Boo Radleys, Loop, Jon Spencer,...Qué lástima que sigamos amenazados por la tercera guerra mundial. How many more?

Casi 20 años después de haber visto por primera vez en directo a Interpol, seguimos a la búsqueda de algo nuevo. La EBM años 20 de Working Men's Club, el retro-noise de Alexalone, el neo-indie-folk de Big Thief, el punk angular de Bodega,...El pop sigue siendo asombroso con personajes como Rex Orange County ó Confeti de Odio. Lomelda y Frankie Cosmos comparten un single mágico, Elephant Stone surcan tu mente con armonías exóticas. Seguimos atrapados en la fascinación por los sonidos. Dale una oportunidad al amor!

Ukrania en llamas!!! Hace 40 años, en los tiempos de la URSS y la guerra fría, existía el gran temor de que los rusos invadiesen Europa vía Polonia. Así lo reflejaron El Aviador Dro y sus Obreros Especializados en "Varsovia en Llamas". En 2014, tras la invasión rusa de Crimea, rebautizaron la canción como "Ukrania en Llamas", algo que 8 años después se convierte en triste realidad. No más muertos! Stop the war!!!

"El Acto": el disco que definió la onda siniestra española hace 40 años. Ana Curra, que formó parte de los míticos Parálisis Permanente, guardó luto durante mucho tiempo tras la desaparición de su primer gran amor: Eduardo Benavente. Pero pensó que tenía una deuda que saldar con los fans de Parálisis, y volvió a los escenarios para recrear aquellas inolvidables canciones. Ahora, a sus ya 63 años, celebra 4 décadas de un disco irrepetible, que conserva, igual que ella, un potente carisma, y un inagotable halo de transgresión juvenil. Nos sigue enamorando...esa extraña sonrisa!

Cuán subjetivo es el disco del año! Para algunos, la conversación única entre el jazz, la música clásica y la electrónica (Floating Points, Pharoah Sanders & The London Symphony Orchestra "Promises"); para otros la vanguardia guitarrera de los años 20 (Squid "Bright Green Field"), y entre medias, desde la electrónica narcotizada de Billie Eilish, al fascinante post-hardcore de Turnstile. Pero,... ¿quién es esa negrita que acapara 13 números 1? Little Simz, la rapera londinense del hip hop cinematográfico del futuro. Opportunity is knocking!

Lloramos la gran pérdida de nuestro Jazz Butcher: Pat Fish, al que vimos por última vez en 16 Toneladas, con su elegancia e ironía habituales. Dejamos atrás 2021, con discos que mantienen viva la llama de la evolución del rock: "Crawler" (Idles), "Projector" (Geese). El post-hardcore sigue siendo un baluarte, con bandas como Savak. Viejos indies retienen maestría: Dean Wareham, y Jarvis Cocker se lía la manta a la cabeza versioneando clásicos del pop francés. The human jungle!

Atrapados en 1981! Nos envuelve el black metal de Venom y la sofisticación electrónica de Heaven 17. Einstürzende Neubauten encabezan la brigada de demolición de la vanguardia alemana, que exporta a estrambóticos personajes como Klaus Nomi. El neorromanticismo se torna a veces oscuro, con bandas como Classix Nouveaux, al tiempo que las avanzadillas post-punk surgen por todas partes: Modern English (Inglaterra), Positive Noise (Escocia), Flue (Holanda),...Las computadoras de Kraftwerk continúan trabajando, al tiempo que la asequible tecnología japonesa nutre a los poppies del tecno: The Human League, Soft Cell,...Y hasta el soul clásico se transforma en experimentos festivos con grupos como The Flying Lizards. Into you like a train!