presenta el nacimiento de Juan el Bautista y cómo su llegada fue motivo de
asombro y alegría para aquellos que lo rodeaban. En este relato, podemos
encontrar la frase clave: "Porque era evidente que Dios estaba con
Juan el Bautista fue elegido por Dios desde antes de su
concepción para ser el precursor del Mesías, el que prepararía el camino para
la venida del Señor. Esta elección divina no solo se manifestó en su llamado,
sino también en su vida misma. La presencia de Dios era evidente en él, y esto
se reflejaba en su valentía al predicar la verdad y en su estilo de vida
radicalmente comprometido con Dios.