En este episodio retomamos el viaje de Ibn Fadlan, embajador del califa abasí ante los búlgaros del Volga, donde lo dejamos en el episodio anterior.

Fadlan acaba de llegar al campamento de Almish, rey de los búlgaros con unas mangas llenas de monedas y algún kilito de más. Todo son risas, honores y banquetes en mesas individuales hasta que Almish les pide el dinero que le ha prometido el califa en su carta y que la embajada no ha podido traer consigo. Desde entonces, la desconfianza domina la relación entre Fadlan (al que el rey apoda sarcásticamente "el Honorable") y los búlgaros. Esto no impide que nuestro viajero y ya consagrado antropólogo nos regale unas observaciones extraordinarias sobre auroras boreales, gigantes apocalípticos o la famosa sentadilla eslava.

Sin embargo, el verdadero momento clave de la obra de Fadlan, lo que la hace mundialmente conocida, vendrá unos días más tarde con la llegada de una tribu de rus (o vikingos del este) navegando río abajo por el Volga. Altos como palmeras y las criaturas más guarras de Dios, estos mercaderes traen consigo un cargamento de esclavos y pieles, así como unas costumbres verdaderamente extrañas. Comercio, higiene y costumbres funerarias: la crónica de Fadlan nos es hoy tan asombrosa y terrible como lo fue para el autor hace hoy mil años. Para saber más, ¡dale al play!

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