El libro de Job anuncia ya la fe en la resurrección después de la muerte y nuestro encuentro personal con el Señor de la vida. Pablo nos proclama nuestra identidad: ¡somos ciudadanos del cielo! que nos hace superar cualquier duda sobre nuestro destino después de la muerte. El evangelio nos ubica frente a la muerte y resurrección de Cristo como un proyecto para todos nosotros, que nos abrirá a lo eterno e inmortal. ¡Señor de la Vida, tú nos liberas de todo temor frente a nuestro morir, pues Tú eres nuestra resurrección!