Vivimos en una sociedad donde lo único que importa son nuestros celulares, ponemos más atención a las notificaciones que a las personas que nos rodean, dejando a un lado el prestarles atención y cuidado a lo que necesitan decirnos. Lo mismo pasa cada vez que oramos o hablamos con Dios, siempre clamamos por ayuda, provisión, sanidad, etc., y hemos dejado a un lado el momento de escuchar Su voz. En esta serie aprenderemos como tener un oído listo a escuchar la voz de Dios tomando como base 1ª de Samuel 3.