Hermanos y hermanas: Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Nuestro Dios es un Dios-Palabra, revelada en Jesús, que nos acompaña en nuestra historia con la fuerza de su Espíritu. En la Liturgia de hoy nos encontraremos con Dios que es único, con la herencia que hace efectiva el Espíritu Santo que nos permite ser hijos adoptivos de Dios y llamarlo Padre y con el envío misionero, que nos hace Jesús, quien nos pide hacer discípulos suyos en todo el mundo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.