En momentos nos cuesta obedecer a Dios porque sentimos que podemos alejarnos de las personas o que las personas se pueden ir, o sencillamente porque no estamos siendo lo suficientemente "cool" para estar rodeado de amigos. Más importante que ser cool es ser obediente, más importante que la popularidad es cumplir con lo que Dios te ha llamado. Los discípulos vivieron esto durante el primer siglo, y la verdad es que su amenaza era la peor, su vida misma. Si ellos pudieron tener convicción de seguir llevando el mensaje de Jesús a pesar de todo, ¿por qué nos da miedo de obedecer a Dios?