En este sermón exploramos Levítico 12 y descubrimos cómo, a pesar de la bondad de la maternidad y el nacimiento, el pecado original nos alcanza a todos. Acompáñanos en este análisis profundo donde revelamos cómo la consecuencia del pecado nos afecta universalmente, de qué manera la contaminación del pecado nos distancia de Dios y por qué solo Cristo tiene el poder de purificar nuestras vidas. Descubre cómo la sangre de Cristo nos da pleno acceso a la presencia de Dios, limpiándonos de toda inmundicia y pecado.