El Anhelo de Dios

Palabra de Dios: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. 2 Pedro 3:9

Perlas: El Señor NO QUIERE que ninguno perezca; Él QUIERE (Su anhelo es) que todos nos arrepintamos, que todos nos rindamos, que le permitamos transformarnos y prepararnos para recibir el cumplimiento de Sus promesas. Dios anhela bendecirnos y traer sobre nuestras vidas todos los regalos del cielo, pero está esperando por nuestro arrepentimiento, entrega y rendición. 

Si Dios nos diera TODO lo que le pedimos, sin corazones arrepentidos, llenos de orgullo, soberbia e independencia de Él… nos corromperíamos aún más y pereceríamos. 

¿A qué viene este versículo con el tema de la semana? La Palabra de Dios es perfecta y contiene todo lo que necesitamos. Hemos estado hablando acerca de que Dios anhela vernos bien, bendecirnos y sanarnos. Y muchas veces pareciera que Dios no nos escucha o se está demorando, y comenzamos a dudar de Su bondad para con nosotros. Y cuando hacemos eso nos estamos equivocando gravemente. Esta Palabra de hoy nos exhorta a mirar hacia adentro y preguntarnos: ¿Estoy listo para recibir lo que le estoy pidiendo a Dios? ¿He hecho la parte que me corresponde a mí que Dios lleva años pidiéndome?

Dios  nos ama y anhela bendecirnos con todas las fuerzas de Su corazón y con toda la potencia del cielo. Solo está esperando por decisiones trascendentales que solo nos  corresponde a ti y a mí tomar.

Oración: Amado Dios, definitivamente es más fácil culpar a otros, incluyéndote a Ti, por las cambios que quisiera ver y los milagros que quisiera recibir y aún estoy esperando. Es fácil resentirse contigo… lo he hecho muchas veces, tal vez desde niño. Es fácil tomar el lugar de víctima; sin embargo, ¡Qué difícil es tomar responsabilidad! Pensar que todo está detenido esperando por mí… wow… esto es duro. Es difícil, pero hoy te agradezco por abrir mis ojos y arrancar las vendas. Gracias por sacudirme y llamarme a salir del lugar de víctima. Conozco bien los pasos que me has pedido dar y no he dado. Hoy te pido Espíritu Santo que me concedas el don de arrepentirme, y que me des las fuerzas y la valentía para tomar las decisiones que tengo que tomar, comenzando por arrepentirme de pecados que aún consiento, y rendir áreas que todavía pretendo controlar.

Reto del día: Esta es una conversación con Dios que debe continuar y debes escribir: Padre, ¿De qué pecados aún no me he arrepentido? ¿Qué áreas de mi vida aún intento controlar? ¿Qué me has pedido que yo he escogido no entregarte? Cuando Dios termine de hablarte, haz una oración pidiéndole perdón y cierra con una oración de entrega y un pacto de obediencia, específicamente en los aspectos que Dios te habló.

Podcast original de ⁠canaanusa.org⁠ & Liliana Gracía