Palabra de Dios: “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.” Daniel 10:12

“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.” Apocalipsis 5:8

Perlas: El mensaje es: ¡Persevera en la oración! Tus oraciones están siendo escuchadas. Desde el primer día que comenzaste a orar al Señor, Él te ha escuchado y Él se está moviendo. Dios siempre responde nuestras oraciones; nuestras oraciones suben al trono de Dios como incienso y llena las copas de oro que están delante de Él. Cada oración que tú has hecho desde niño ha subido al trono y forma parte del incienso que llena las copas de oro. 

Desde el primer día en tu vida que dispusiste tu corazón a la oración, tus palabras han sido escuchadas y a causa de tus oraciones, Dios ha hecho muchas cosas, Dios se ha movido porque tu fe ha movido Su corazón. Dios ha enviado ángeles. Dios ha hecho milagros. Dios te ha protegido. Te ha bendecido. Te ha corregido. Te ha permitido procesos difíciles necesarios para tu crecimiento y llevarte a nuevas alturas con Él.  Lo sé…muchas veces la respuesta no viene cuando queremos ni de la manera que queremos, y ahí viene el gran secreto: Perseverar en la oración. Nunca dejes de orar. Nunca pienses que Dios no te escucha. Sigue orando. Asegúrate de no estar pidiendo algo que esté en contra del carácter y la esencia de Dios. Asegúrate de estar orando por aquellas cosas que son parte de la voluntad perfecta de Dios, la cual ya está escrita en Su Palabra.

Sigue orando. Permite que Su Presencia y Su amor te transformen…cuando menos lo pienses, estarás orando y anhelando exactamente lo mismo que Dios anhela para ti y para tu familia. No desistas. No permitas que el cansancio de la espera te venza, al contrario… He aprendido que cuando menos quiero orar es cuando más tengo que orar. Recuerda que Dios es bueno. Aún los tiempos de espera son buenos y tienen propósito. Todo lo que viene de Su corazón para ti es bueno. 

Oración: Señor, hoy vengo delante de Ti junto con todos mis hermanos que se han unido a mí en esta hora. Padre, muchos de nosotros estamos cansados y exhaustos, en medio de procesos muy difíciles. Oramos por fuerzas. Otros, están viviendo tiempos de mucha paz y felicidad; te pedimos que esa paz y esa felicidad vayan aumento y nunca terminen. Oramos por los que están enfermos, Señor, revélales que por Tus llagas ellos fueron curados, que ya Tú pagaste el precio por su salvación, su libertad, la sanidad de sus almas y de sus cuerpos. Inúndalos y abrázalos con Tu paz y amor; guía cada paso que deben dar y cada cambio que Tú quieres que ellos hagan. Oramos por los que están tristes para que sean inundados con Tu gozo. Oramos por aquellos que están batallando con ansiedad y depresión…Señor, solo Tú puedes calmar la tormenta en sus mentes, enciende Tu luz en medio de la confusión, arranca las mentiras que se han clavado en sus corazones, y concédeles el poder escuchar Tu voz hablándoles verdad. Háblales de Tu amor por ellos. Háblales de tus planes de bendición para ellos. Sánalos y levántalos Padre, para Tu gloria.

Oramos por aquellos que están solos, que puedan percibir Tu Presencia y tener la certeza de que nunca han estado solos. Oramos por nuestros seres amados que están huyendo de Ti. Alcánzalos con Tu misericordia y revélales Tu infinito amor. Tráelos de vuelta a Ti.

Oramos por aquellos que nos han hecho daño. Padre, los perdonamos con el perdón con el que Tú nos has perdonado a nosotros. Perdónalos porque no saben lo que hacen. Ten misericordia de ellos y concédeles el don de arrepentirse. Bendecimos a los que nos maldicen.