Palabra de Dios: “ Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12

Perlas: La Palabra de Dios tiene un poder sobrenatural para transformar la vida de todo aquel que se abre a ella. Es como el bisturí de Dios, más cortante que una espada de dos filos, y logra penetrar a donde nadie más (ni cirujanos, ni psiquiatras, ni pastores) puede llegar. Cuando una persona lee, abraza y atesora la Palabra dentro de su corazón, la Palabra misma tiene la capacidad de desnudarle el alma, porque es como encender una luz muy potente en medio de un cuarto oscuro. Su Palabra está diseñada perfecta y sobrenaturalmente por Dios para penetrar hasta las profundidades de nuestro ser y de quienes somos, para transformarnos de adentro hacia afuera.

La Palabra escrita de Dios, tiene vida, no es letra muerta, son palabras vivas, activas y cargadas de poder, para el que cree. ¿Y cómo podemos estar seguros de esto? Tenemos que creer y pedirle a Dios fe y pasión por Su Palabra. Solo basta con creer y aplicar lo que estamos leyendo… La vida y el poder de la Palabra se manifiestan cuando creemos de corazón lo que estamos leyendo, y obedecemos cada instrucción. Inevitablemente comienza un proceso de transformación. 

La Palabra de Dios es nuestra única fuente de verdad. En un mundo en el que todos defienden sus propias verdades, cualquiera puede inventar nuevas tendencias, nuevos métodos, nuevas ideologías, nuevas teorías, etc.  La verdad no la “tiene” una persona, la verdad “es” una persona que se llama Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida, y nadie va al Padre sino por Él. (Juan 14:6)

Oración: Señor, revela a mi espíritu el valor y el poder que tiene tu Palabra. Dame pasión por leerla cada día. Dame discernimiento, entendimiento, sabiduría. Espíritu Santo, ayúdame a creer sin dudar en todo lo que Dios dejó escrito para mí. Ayúdame a creer y a obedecer cada instrucción. Sé que la Biblia es Tu Palabra, sé que allí está revelado Tu amor por mí y Tus promesas para mi vida aquí en la tierra y en la eternidad. Sé que allí está escrito todo lo que necesito para vivir mi vida a plenitud. 

Guíame Espíritu de Dios, quiero leerla, estudiarla, memorizarla, meditar en ella y permitir que produzca vida en mí, y me transforme de adentro hacia afuera. Yo te alabo por Tu Palabra, perfecta, viva y poderosa. Oro y te pido que me ayudes a experimentar el efecto completo de Tu Palabra; quiero estar cada día más sumergido en ella. Sé que tu Palabra permanece viva y es eficaz y perfecta. Sé que siempre hay más. Sé que siempre tienes algo nuevo para mí… sé que no hay manera de “terminar de estudiarla”. Estoy dispuesto a ser un eterno aprendiz, y eterno estudiante de Tu Palabra. Gracias porque sé que quieres ser mi Maestro. Te amo Señor. Amén.

Reto del día: Tal vez eres un gran conocedor de la Palabra. Tal vez la conoces muy poco, o tal vez jamás has tenido una Biblia en tus manos. El reto de hoy va a variar para cada persona. Si no tienes una Biblia, tu reto es adquirir hoy una Biblia que sea para ti, que puedas subrayar, resaltar y en la que puedas hacer notas. Luego que la tengas, el reto es leer un capítulo diario del evangelio de Juan.

Si tal vez tienes algo o mucho conocimiento de la Palabra, el reto es preguntarle al Señor qué libro de la Biblia Él quiere que leas o vuelvas a leer. El reto es leer un capítulo al día.

Recuerda orar antes de comenzar a leer y pedirle al Espíritu Santo que guíe tu lectura, que te dé discernimiento, y que lo que leas se convierta en vida dentro de tu ser.