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El Poder de la Palabra
Palabra de Dios: “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4:20-22
Perlas: La Palabra de Dios es vida y es salud. En este versículo está el resumen del consejo de Dios para que podamos vivir realmente nuestra vida (no simplemente sobrevivir) y para que tengamos salud: Escuchar/leer Sus palabras, poner nuestro enfoque (que no se aparten nuestros ojos) en lo que Él nos habla, muestra o enseña, y el broche de oro es “ guardarlas en medio de nuestro corazón”; lo cual significa que la Palabra de Dios estará establecida en el centro del corazón gobernando nuestra vida, dirigiendo nuestros pasos, guiándonos en la toma de decisiones, dándonos ánimo, fuerza y dirección. Así nuestra vida será establecida en la Roca y la Verdad que son Cristo.
Guardar la Palabra en nuestro corazón es la manera de mantener nuestra lámpara encendida, y de poder caminar enfrentando los retos que trae cada día, sabiendo con certeza quién es Dios, quiénes somos para Él, y todo lo que nos ha prometido. Al guardar la Palabra en el corazón y permitir que esa Palabra nos gobierne, Dios nos capacita para vivir una vida que sea agradable ante Sus ojos, una vida que, aunque jamás será perfecta, sí avanzará a diario hacia ser más como Cristo, y dejar de estar esclavizados al pecado. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” Salmos 119:11
Es impactante cuando dice: “Sus palabras son vida para quienes las hallan y medicina para todo su cuerpo.” Vida y salud. Creo que eso es lo que todos anhelamos: Vivir y disfrutar nuestra vida, en paz, y tener buena salud.
Oración: En Tu Palabra está contenido todo lo que yo necesito, Padre. Gracias por ese buen día que alguien colocó una Biblia en mis manos, pero sobretodo gracias por ese buen día en que comencé a leerla, a entenderla, a apasionarme por ella. Gracias y gloria a Ti porque Tú mismo me has dado tanto el deseo por leerla realmente y tener la disciplina de meditar en ella y dejarme enseñar, redargüir, corregir e instruir por ella, en manos de Tu Espíritu.
Hoy quiero pedirte que me lleves a un nuevo nivel de admiración por Tu Palabra, de pasión por sumergirme en ella, y a una nueva capacidad para guardarla en medio de mi corazón, atesorarla y permitir que sea el Poder de Tu Palabra dirigiendo mi vida por completo. Me dispongo a seguir siendo enseñado y corregido, y me entrego, me rindo en Tus brazos de amor. Gracias por ser un Padre amoroso, infinitamente sabio y paciente. Gracias por no cansarte de mí, por nunca desecharme ni abandonarme. Siempre estás y te adoro por eso. Te amo Señor.
Reto del día: Toma tu Biblia en tus manos, llévala a tu pecho y abrázala fuerte. Luego, dile al Padre: Señor, hoy escojo Tu Palabra. Hoy escojo Tu verdad que está contenida en estas hojas. Hoy escojo la vida. Hoy escojo la sabiduría. Hoy escojo la salud en todo mi cuerpo. Hoy tomo la decisión de seguir hallando y descubriendo los tesoros y el poder de Tu Palabra. Hoy declaro y confieso con fe que solo Tu Palabra es la fuente de mi vida, y que Tu Palabra es la única fuente de verdad sobre la cual fundamento mi vida. Amén.
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El Poder de la Palabra
Palabra de Dios: “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4:20-22
Perlas: La Palabra de Dios es vida y es salud. En este versículo está el resumen del consejo de Dios para que podamos vivir realmente nuestra vida (no simplemente sobrevivir) y para que tengamos salud: Escuchar/leer Sus palabras, poner nuestro enfoque (que no se aparten nuestros ojos) en lo que Él nos habla, muestra o enseña, y el broche de oro es “ guardarlas en medio de nuestro corazón”; lo cual significa que la Palabra de Dios estará establecida en el centro del corazón gobernando nuestra vida, dirigiendo nuestros pasos, guiándonos en la toma de decisiones, dándonos ánimo, fuerza y dirección. Así nuestra vida será establecida en la Roca y la Verdad que son Cristo.
Guardar la Palabra en nuestro corazón es la manera de mantener nuestra lámpara encendida, y de poder caminar enfrentando los retos que trae cada día, sabiendo con certeza quién es Dios, quiénes somos para Él, y todo lo que nos ha prometido. Al guardar la Palabra en el corazón y permitir que esa Palabra nos gobierne, Dios nos capacita para vivir una vida que sea agradable ante Sus ojos, una vida que, aunque jamás será perfecta, sí avanzará a diario hacia ser más como Cristo, y dejar de estar esclavizados al pecado. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” Salmos 119:11
Es impactante cuando dice: “Sus palabras son vida para quienes las hallan y medicina para todo su cuerpo.” Vida y salud. Creo que eso es lo que todos anhelamos: Vivir y disfrutar nuestra vida, en paz, y tener buena salud.
Oración: En Tu Palabra está contenido todo lo que yo necesito, Padre. Gracias por ese buen día que alguien colocó una Biblia en mis manos, pero sobretodo gracias por ese buen día en que comencé a leerla, a entenderla, a apasionarme por ella. Gracias y gloria a Ti porque Tú mismo me has dado tanto el deseo por leerla realmente y tener la disciplina de meditar en ella y dejarme enseñar, redargüir, corregir e instruir por ella, en manos de Tu Espíritu.
Hoy quiero pedirte que me lleves a un nuevo nivel de admiración por Tu Palabra, de pasión por sumergirme en ella, y a una nueva capacidad para guardarla en medio de mi corazón, atesorarla y permitir que sea el Poder de Tu Palabra dirigiendo mi vida por completo. Me dispongo a seguir siendo enseñado y corregido, y me entrego, me rindo en Tus brazos de amor. Gracias por ser un Padre amoroso, infinitamente sabio y paciente. Gracias por no cansarte de mí, por nunca desecharme ni abandonarme. Siempre estás y te adoro por eso. Te amo Señor.
Reto del día: Toma tu Biblia en tus manos, llévala a tu pecho y abrázala fuerte. Luego, dile al Padre: Señor, hoy escojo Tu Palabra. Hoy escojo Tu verdad que está contenida en estas hojas. Hoy escojo la vida. Hoy escojo la sabiduría. Hoy escojo la salud en todo mi cuerpo. Hoy tomo la decisión de seguir hallando y descubriendo los tesoros y el poder de Tu Palabra. Hoy declaro y confieso con fe que solo Tu Palabra es la fuente de mi vida, y que Tu Palabra es la única fuente de verdad sobre la cual fundamento mi vida. Amén.
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