Palabra de Dios: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.” Josué 1:7-8

Perlas: Hermosa y poderosa Palabra. Aquí vemos cómo Dios quiere que utilicemos Su Palabra en nuestra vida, y cómo debe ser parte de todas las dimensiones y aspectos de nuestro caminar. El Señor nos entregó Su Palabra escrita con el propósito de que fundamentáramos nuestra vida en ella y, como resultado de hacerlo, fuéramos bendecidos en todo.

Su Palabra ya está escrita, es completa, exacta e infalible. No se le puede añadir ni quitar nada, y la misma Palabra advierte de la gravedad de atreverse a hacerlo, y de las consecuencias. Uno de esos pasajes dice: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” (Apocalipsis 22:18-19).

Dios nos ama y anhela bendecirnos. Él dejó por escrito todas las instrucciones para vivir vidas plenas, fructíferas, vidas que cantaran y contaran de Sus maravillas y trajeran gloria a Su nombre. La porción de la Palabra que leímos al principio, Josué 1:7-8, nos describe las diferentes maneras y aspectos como Su Palabra debe ser establecida en nosotros. Comienza hablando de la importancia de nuestro esfuerzo diario y nuestra decisión de ser valientes. Valiente no es aquel que nunca tiene miedo, valiente es aquel que hace lo que tiene que hacer aunque le estén temblando las piernas. Mucha gente me dice acerca de cuán fuerte y valiente he sido, lo que no saben es cómo todo mi ser ha temblado, y sigue temblando muchas veces, pero solo Dios me ha concedido la gracia para perseverar en Él, en el creer y en el obedecer sin entender. A Él sea toda la gloria.

Dice la Palabra que te esfuerces y seas muy valiente, cuidando de obrar conforme a Su Palabra, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Aquí habla del caminar diario, nuestros pasos, acciones y decisiones. Luego pasa a mencionar que Su Palabra no puede ser apartada de nuestra boca, es decir, que nuestro hablar debe estar fundamentado en Su Palabra, en Su verdad. Finalmente, habla de la necesidad de meditar en ella de día y de noche (en todo tiempo) es decir, nuestra mente, nuestros pensamientos deben estar gobernados también por Su Palabra.

Reto del día: Toma un post-it, o un papel pequeño, y pégalo en la primera hoja de tu Biblia. Escribe sobre este papel: Mis pensamientos, palabras y acciones están gobernados por Tu Palabra, por tanto seré prosperado en todo, y todo me saldrá bien.