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Palabra de Dios: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” Génesis 3:1-7
Perlas: Desde el inicio de los tiempos podemos ver cuán peligrosa puede llegar a ser la falta de gratitud y cuán desastrosas pueden ser las consecuencias. La falta de gratitud y la gratitud son poderosas, la primera para mal y la segunda para bien. Adán y Eva lo tenían todo; Dios mismo estaba allí con ellos en el jardín, habían recibido autoridad para enseñorearse sobre toda la creación y disfrutarla. Solo había una excepción: Dios le dijo que no podían comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Eva cae en la tentación porque puso su mirada en lo único que no tenía, en lo único aquello a lo que no tenía acceso porque así Dios lo había determinado por amor a ellos y por el bien de ellos. Allí está uno de los mayores peligros de la falta de gratitud. Cuando nos desenfocamos de TODO lo que sí tenemos, cuando no podemos apreciar todas las bendiciones que tenemos frente a nosotros, y nos enfocamos en lo que nos falta, en lo que no tenemos, en lo que Dios no nos ha dado. Ese es un lugar muy peligroso y las consecuencias siempre serán negativas.
Muchos viven añorando un pasado que quedó atrás, un pasado que ya no es más, no existe. Viven hablando de todo lo que tenían, todo lo hacían…viven diciendo que “definitivamente todo tiempo pasado fue mejor”. Error. Por otro lado, otros viven enfocados en un futuro que tampoco existe, viven fantaseando con lo que alcanzarán, viven diciendo que tendrán paz el día que tal milagro ocurra, o que serán realmente felices cuando terminen de pagar tal cosa, o cuando se casen, o cuando tengan hijos, o cuando los hijos se vayan, etc. Error. Ayer y mañana no existen. Solo tenemos hoy.
Oración: Padre amado, en esta hora quiero pedirte perdón por mi falta de gratitud tantas veces, por desesperarme, desenfocarme y perderme de disfrutar todas las bendiciones que me has dado y que tengo frente a mí hoy. Perdóname por vivir en el ayer o en el mañana que no existen, y no vivir agradecido en el presente, que es Tu presente/regalo para mí. He vivido consecuencias dolorosas por estar ausente de mi presente, me he perdido de momentos que no volverán y de tantas bendiciones que querías que disfrutara y no lo hice. Perdóname. Definitivamente necesito continuar siendo enseñado y entrenado por Ti en la disciplina de permanecer agradecido con los regalos que colocas frente a mí cada día…y entender que cada día es diferente, cada día Tu misericordia es nueva y que siempre haces algo nuevo…ayúdame a ver Tu mano, Tus bendiciones, Tus detalles y Tu amor. Ayúdame a enfocarme, a disfrutar y a darte gracias, momento a momento por todo lo que me permites ver, aprender, tener, sentir y vivir hoy…sabiendo que hoy es Tu presente/Tu regalo para mí.
Reto del día: ¿Qué tienes frente a tus ojos hoy? Haz una lista de todo lo que sí tienes y mientras la haces, dale gracias a Dios porque Él es quien te ha dado todo. Recuerda continuar escribiendo cada noche en tu journal de gratitud.
Podcast original de canaanusa.org & Liliana García
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Palabra de Dios: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” Génesis 3:1-7
Perlas: Desde el inicio de los tiempos podemos ver cuán peligrosa puede llegar a ser la falta de gratitud y cuán desastrosas pueden ser las consecuencias. La falta de gratitud y la gratitud son poderosas, la primera para mal y la segunda para bien. Adán y Eva lo tenían todo; Dios mismo estaba allí con ellos en el jardín, habían recibido autoridad para enseñorearse sobre toda la creación y disfrutarla. Solo había una excepción: Dios le dijo que no podían comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Eva cae en la tentación porque puso su mirada en lo único que no tenía, en lo único aquello a lo que no tenía acceso porque así Dios lo había determinado por amor a ellos y por el bien de ellos. Allí está uno de los mayores peligros de la falta de gratitud. Cuando nos desenfocamos de TODO lo que sí tenemos, cuando no podemos apreciar todas las bendiciones que tenemos frente a nosotros, y nos enfocamos en lo que nos falta, en lo que no tenemos, en lo que Dios no nos ha dado. Ese es un lugar muy peligroso y las consecuencias siempre serán negativas.
Muchos viven añorando un pasado que quedó atrás, un pasado que ya no es más, no existe. Viven hablando de todo lo que tenían, todo lo hacían…viven diciendo que “definitivamente todo tiempo pasado fue mejor”. Error. Por otro lado, otros viven enfocados en un futuro que tampoco existe, viven fantaseando con lo que alcanzarán, viven diciendo que tendrán paz el día que tal milagro ocurra, o que serán realmente felices cuando terminen de pagar tal cosa, o cuando se casen, o cuando tengan hijos, o cuando los hijos se vayan, etc. Error. Ayer y mañana no existen. Solo tenemos hoy.
Oración: Padre amado, en esta hora quiero pedirte perdón por mi falta de gratitud tantas veces, por desesperarme, desenfocarme y perderme de disfrutar todas las bendiciones que me has dado y que tengo frente a mí hoy. Perdóname por vivir en el ayer o en el mañana que no existen, y no vivir agradecido en el presente, que es Tu presente/regalo para mí. He vivido consecuencias dolorosas por estar ausente de mi presente, me he perdido de momentos que no volverán y de tantas bendiciones que querías que disfrutara y no lo hice. Perdóname. Definitivamente necesito continuar siendo enseñado y entrenado por Ti en la disciplina de permanecer agradecido con los regalos que colocas frente a mí cada día…y entender que cada día es diferente, cada día Tu misericordia es nueva y que siempre haces algo nuevo…ayúdame a ver Tu mano, Tus bendiciones, Tus detalles y Tu amor. Ayúdame a enfocarme, a disfrutar y a darte gracias, momento a momento por todo lo que me permites ver, aprender, tener, sentir y vivir hoy…sabiendo que hoy es Tu presente/Tu regalo para mí.
Reto del día: ¿Qué tienes frente a tus ojos hoy? Haz una lista de todo lo que sí tienes y mientras la haces, dale gracias a Dios porque Él es quien te ha dado todo. Recuerda continuar escribiendo cada noche en tu journal de gratitud.
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