Palabra de Dios: “¡Oh amado, anhelo que en todas las cosas seas prosperado y tengas salud, así como prospera tu alma!” 3 Juan 1:2 La Biblia Textual

Perlas: El anhelo, el deseo y el plan de Dios se resumen en, bendecirnos en todos los aspectos de nuestra vida. Tenemos un Padre bueno que nos ama más allá de lo que podemos comprender, tanto que desde el inicio de los tiempos desarrolló un plan para alcanzarnos, salvarnos, adoptarnos y sanarnos. Él anhela que seamos prósperos y que tengamos buena salud, en la misma medida en la que anhela que nuestra alma sane.

En Su Palabra están contenidas todas las promesas y los tesoros destinados para nosotros, Sus hijos, los que habríamos de creer en Él y en Su obra completa en la cruz. Dios Padre pagó el precio más alto para que ustedes y yo tuviéramos vida y vida en abundancia… pero cuando vienen las crisis y las tormentas inesperadas, vienen los dardos del enemigo para fatigar nuestra fe y manchar nuestra alma con la maldición de las dudas:  acerca de la bondad de Dios, acerca de Sus promesas y aún de Su Palabra misma. Dudas, dudas, dudas…

Es justo en esos momentos cuando debemos pelear la buena batalla de la fe, con las dos manos ocupadas: En una mano el escudo de la fe para apagar los dardos del enemigo, y en la otra mano la espada del Espíritu, que es Su Palabra. Es allí cuando NO TENEMOS otro camino sino SEGUIR CREYENDO aunque no vemos ni entendemos nada. Eso es lo que destruye las estrategias del enemigo.

Mi amado hermano, mi amada hermana… Dios es bueno y Sus planes para ustedes y para mí son de bien y no de mal. El único que tiene planes de destruir nuestra vida, nuestra salud, nuestra familia, robarnos la paz y el gozo, matar nuestros sueños y nuestra esperanza, es Satanás, no Dios. Así que… ¡A ponernos la armadura y a vencer, porque ya nos fue dada la victoria!

Oración: Señor, mi amado Dios y Padre, gracias porque me amas con un amor eterno que no termino de entender, pero que es mi mayor tesoro. Gracias porque anhelas bendecirme en todos los aspectos de mi vida, anhelas prosperarme, anhelas que mi alma pueda sanar completamente, al igual que mi cuerpo. Gracias.

Quiero reconocer que muchas veces me confundo con lo que mis ojos ven, y dudo de Tu bondad y de Tus planes, y por esto te pido perdón.

Hoy retomo el escudo de la fe y la espada del Espíritu, y apago en el nombre de Jesús TODOS los dardos que el enemigo ha lanzado contra mí. Escojo creerte Señor. Escojo creer que la única verdad es la que está contenida en Tu Palabra. Te creo. Creo cada promesa que me has entregado, y en el nombre de Jesús destruyo todo plan de las tinieblas en contra de mi fe y en contra de mi vida. Amén.

Reto del día: Cierra tus ojos y mira la cruz. Mira la sangre de Jesús derramada, pagando el precio de tu salvación, el precio de la sanidad de tu alma, el precio de tu paz, el precio de tu salud. Allí con tus ojos cerrados comienza a darle gracias con tus propias palabras y adóralo.

Podcast original de ⁠canaanusa.org⁠ & Liliana Gracía