Casper, la marca que todos querían imitar, gastaba $290 en marketing para vender un colchón que solo dejaba $147 de ganancia. Resultado: millones en pérdidas y una lección brutal sobre lo que pasa cuando confundes atención con conversión.
En este episodio, te muestro cómo ese error no solo lo cometen las grandes marcas, sino también miles de emprendedores que hoy publican para gustar… pero no para vender.
Si tu contenido entretiene pero no convierte, no es marketing… es ego con presupuesto.