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Conocí a Pablo Latapí hace poco y siento que lo conozco desde siempre. Un hombre de trato fácil, amable, sencillo y con un historial impresionante de trabajo en los medios.
Pablo transmitió en vivo la guerra de Irak. Puso su vida en riesgo, con esa adrenalina que caracteriza a los corresponsales inquietos, que se fijan metas altas y que quieren tener la exclusiva.
En este episodio, Pablo nos contó sobre el día en que entrevistó a Fidel Castro en su casa en Cuba. Nos platicó cómo supo encontrar y aprovechar la oportunidad de hacerlo y lo que significó, en ese momento, esa entrevista para la relación entre ambos países.
Pablo fue de los corresponsales más cercanos a varios presidentes de México; se movía con ellos en sus aviones presidenciales, siempre atento, siempre cerca de la noticia.
Las vueltas de la vida lo llevaron, como diríamos, del cielo al suelo, y tuvo que reencontrarse consigo mismo y con la gente para volver a posicionarse. Pero Pablo, donde sea, cae parado, y en estas vueltas de la vida encontró lo que hoy llama el “wifi emocional”. Eso que nos conecta a todos de alguna manera, eso que nos impulsa a ser mejores personas que ayer, eso que nos da la esperanza de saber que los buenos somos más y que, por más pequeñas que sean nuestras acciones, contagian y generan una energía increíble.
Pablo habla con pasión del “wifi emocional” y vive con su “wifi” prendido todo el tiempo. Pablo dice que las buenas acciones se contagian... Llama a todos por su nombre, nos saluda de mano viéndonos a los ojos, nos hace sentir importantes, y con eso entendemos que hasta la educación se contagia, sin duda.
Hablar con Pablo es esperanzador, porque él tiene esta idea clara de que, a pesar de que a veces la vida se pone difícil, hay que confiar porque “lo mejor está por venir”
Conocí a Pablo Latapí hace poco y siento que lo conozco desde siempre. Un hombre de trato fácil, amable, sencillo y con un historial impresionante de trabajo en los medios.
Pablo transmitió en vivo la guerra de Irak. Puso su vida en riesgo, con esa adrenalina que caracteriza a los corresponsales inquietos, que se fijan metas altas y que quieren tener la exclusiva.
En este episodio, Pablo nos contó sobre el día en que entrevistó a Fidel Castro en su casa en Cuba. Nos platicó cómo supo encontrar y aprovechar la oportunidad de hacerlo y lo que significó, en ese momento, esa entrevista para la relación entre ambos países.
Pablo fue de los corresponsales más cercanos a varios presidentes de México; se movía con ellos en sus aviones presidenciales, siempre atento, siempre cerca de la noticia.
Las vueltas de la vida lo llevaron, como diríamos, del cielo al suelo, y tuvo que reencontrarse consigo mismo y con la gente para volver a posicionarse. Pero Pablo, donde sea, cae parado, y en estas vueltas de la vida encontró lo que hoy llama el “wifi emocional”. Eso que nos conecta a todos de alguna manera, eso que nos impulsa a ser mejores personas que ayer, eso que nos da la esperanza de saber que los buenos somos más y que, por más pequeñas que sean nuestras acciones, contagian y generan una energía increíble.
Pablo habla con pasión del “wifi emocional” y vive con su “wifi” prendido todo el tiempo. Pablo dice que las buenas acciones se contagian... Llama a todos por su nombre, nos saluda de mano viéndonos a los ojos, nos hace sentir importantes, y con eso entendemos que hasta la educación se contagia, sin duda.
Hablar con Pablo es esperanzador, porque él tiene esta idea clara de que, a pesar de que a veces la vida se pone difícil, hay que confiar porque “lo mejor está por venir”