El tiempo es oro. Hoy más que nunca. Nos aferramos al tiempo que nos queda en vez de disfrutar del tiempo que nos queda. Porque amamos la vida o porque amamos a los que nos rodean, o por ambas cosas. Una sabia persona me dijo hace años Deja que todo fluya. Todo pasará. Lo bueno y lo malo. Las aguas volverán a su cauce.
El tiempo fluye. Los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años. El tiempo fluye y no se detiene porque sigue su curso sin importarle lo que ocurra a su alrededor.
Los niños y los ancianos no prestan atención al tiempo porque viven ajenos a él. Un niño puede jugar durante horas sin mirar el reloj. Un anciano puede ver la televisión, trabajar en su huerta o jugar a las cartas sin percatarse de que es la hora de la cena.
¿Por qué estamos los demás pendientes constantemente de la hora en la que vivimos? Porque el mundo ha cambiado. Mis abuelas y mis abuelos eran agricultores. Trabajaban escuchando a la naturaleza, seguían el ritmo de las estaciones, miraban al cielo y actuaban en función del clima.
Hoy en día afortunado es el que puede permitirse no mirar constantemente el reloj. ¿No les gustaría levantarse cada mañana, desayunar, ponerse a trabajar sin prisa, pero sin pausa, preparar la comida, comer, dormir una siesta, seguir trabajando, cenar y acostarse sin preocuparse por la hora a la que realizan todas esas actividades?
Cuando tenía ocho años mis padres se mudaron de Barcelona a Palas de Rey y pasé mucho tiempo con mis abuelos paternos y con mi abuela materna. Mi abuelo trabajaba sus tierras, cuidaba sus animales y trabajaba constantemente, pero tranquila y ordenadamente. Sin prisa, pero sin pausa. A veces miraba al cielo y sabía exactamente qué hora era, lo cual me fascinaba. Yo, con ojos de niña, no entendía cómo mi abuelo sabía qué hora era. Ahora lo entiendo. Estaba en contacto con la naturaleza y la naturaleza con él.
Lo mismo ocurría con mis abuelas. Ambas, mujeres dulces y cariñosas, me enseñaron y me hicieron entender lo importante que es la gente que trabaja en el campo. Amemos y respetemos la naturaleza, observémosla y aprendamos de ella porque tiene mucho que enseñarnos.
Palas de Rey, March 31st 2021
Voice: Nerea Vázquez González
Author: Judit Porto González
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