(Ver debajo para español)

As Christians, if we want to serve in the mind of Jesus, we have to give up something, and sometimes suffering is involved. Often times, we consider this to be a sacrifice. The definition of sacrifice is, “an offering of food, objects or the lives of animals to a higher purpose, in particular divine beings.” It also means, “surrendering of something for the sake of something else.” We have to give up something; however, the magnitude and depth of Jesus’ sacrifice cannot be compared to our understanding of the word. He gave up being in heaven with His Father, to come to earth and live a life in which He experienced suffering and torture, and then to bear all the sins of mankind, giving His life for us.

This is the once brought, eternally valid sacrifice. The root of the word sacrifice, “sacra,” has to do with holiness. When we consider that, we begin to understand; there is nothing we can do to come into God’s nearness or obtain His grace – Jesus Christ did it for us, out of love. He did it once, and it is for all times and for all people that want it, and come to it (see Hebrews 9:28).

ESPAÑOL
Como cristianos, si queremos servir con el sentir de Jesús, debemos renunciar a algo y, a veces, el sufrimiento está implicado. A menudo, consideramos que esto es un sacrificio. La definición de sacrificio es: «una ofrenda de alimento, objetos o las vidas de animales para un propósito superior, en particular seres divinos». También significa «renunciar a algo en beneficio de algo más». Debemos renunciar a algo; sin embargo, la magnitud y la profundidad del sacrificio de Jesús no se puede comparar con nuestro entendimiento de la palabra. Él renunció estar en el cielo con Su Padre, para venir a la tierra y vivir una vida en la que experimentó sufrimiento y tortura, para después cargar todos los pecados de la humanidad, dando Su vida por nosotros.

Este es el una vez traído y eternamente valedero sacrificio. La raíz de la palabra sacrificio, «sacra», está relacionada con la santidad. Cuando pensamos en eso, comenzamos a entender; no hay nada que podamos hacer para acercarnos a Dios u obtener Su gracia, Jesucristo lo hizo por nosotros, por amor. Él se sacrificó una vez, y ese sacrificio es válido para todos los tiempos, para todas las personas que lo quieran y se acerquen a él (cf. Hebreos 9:28).