(Ver debajo para español)

As followers of Christ we are tasked with making Him known by spreading the gospel to all. For this, we need to be credible witnesses. Chief Apostle Schneider talked about the attributes that contribute to being effective, credible witnesses of Christ:

1. Confident: We show that we are secure in Christ, no matter what. This confidence grows through experiences of faith, when we deepen our knowledge of Christ, through the divine services and reading the Bible, and through our knowledge of our doctrine and Catechism.

2. Resist evil: Once we know Christ, we are confident in fighting evil, as we promised in our Confirmation.

3. Remain humble: We are humble before the Lord. We recognize that everything good comes from Him and we are dependent upon Him.

4. Unbound by material things: We are thankful for the things in life that are granted to us, but we understand that they are not the substance of our life. We must also be unbound from our honor, which sometimes prevents us from asking or granting forgiveness, so that we can really be a repentant sinner, and really practice loving our neighbor.

5. Filled with the love of God: The love of Christ should be in us and shine out of us. When the love of Christ is in us, we are not judgmental or hypercritical.

As Christians, we stumble on all of these things, but we can take our stumbling to God and ask the Lord to help us to be credible witnesses of Him.

ESPAÑOL

Como seguidores de Cristo, tenemos el deber de hacer que todos lo conozcan al difundir el Evangelio a todas las personas. Para esto, debemos ser testigos creíbles. El Apóstol Mayor Schneider habló sobre los atributos que contribuyen a ser testigos creíbles de Cristo:

1. Tener confianza: Mostramos que estamos seguros en Cristo sin importar lo que suceda. Esta confianza crece a través de las experiencias de fe, cuando profundizamos nuestro conocimiento de Cristo mediante los Servicios Divinos y la lectura de la Biblia, así como nuestro conocimiento de nuestra doctrina y el Catecismo.

2. Resistir el mal: Una vez que conocemos a Cristo, tenemos la confianza para luchar contra el mal, como lo prometimos en nuestra Confirmación.

3. Permanecer humildes: Somos humildes ante el Señor. Reconocemos que todo lo bueno proviene de Él, y que dependemos de Él.

4. No estar atado a cosas materiales: Estamos agradecidos por las cosas en la vida que se nos conceden, pero entendemos que no son la sustancia de nuestra vida. Tampoco debemos estar atados a nuestro honor, que a veces nos impide pedir o conceder perdón, para que así podamos ser realmente pecadores arrepentidos, y realmente practicar amar a nuestro prójimo.

5. Llenos del amor de Dios: El amor de Cristo debe estar e irradiar de nosotros. Cuando el amor de Cristo está en nosotros, no juzgamos ni somos hipercríticos.

Como cristianos, nos tropezamos con todas estas cosas, pero podemos llevar nuestros tropiezos a Dios y pedirle al Señor que nos ayude a ser testigos creíbles de Él.