Es nuestro deber trabajar por el mundo que los niños heredarán. Esta preocupación vital no es referente solo al futuro de la humanidad si no más bien al del hombre de carne y hueso, al ser humano que desea ser completo, pues desde esa individualidad se forma el Uno, la Unidad, no como una masa en que se desvanece el Ser real que somos ( con personalidad y experiencias de vida propia) si no como una serie de arroyos que sumándose  se unen a la corriente del río para que, en su fuerza irrefrenable, pueda llegar a buen cauce.

Proteger a nuestros menores es ya una preocupación social pero, además, se ha de contribuir a este hecho con verdaderos actos pacíficos en nuestro día a día que construyan en nuestro entorno el mundo que todos deseamos para ellos. Un mundo limpio. Cuando toda guerra sea un eco del pasado, otro horizonte será posible. Cuando nadie se manche las manos, cuando todo sea visitado desde la idea genuina de una humanidad con valores bien asentados, daremos a nuestros hijos el mundo que verdaderamente merecen.

Tema musical: Forest Walk de Alexander Nakarada | https://www.serpentsoundstudios.com