Después de la resurrección, Jesús apareció a los discípulos y soplo sobre ellos el Espíritu Santo (Juan 20:21-22). Como Espíritu el entra en aquel que cree. ¡Hoy, El está en nosotros! Este Espíritu quiere bendecirnos, así como bendijo a Abraham. Cuando seguimos los pasos de la fe de Abraham, tenemos bendición. Amén