
Sign up to save your podcasts
Or
Dios desea tener una relación seria y profunda con su pueblo. No podemos tomarnos a la ligera las cosas divinas, porque hay consecuencias. Pero más allá de eso, Él anhela que mostremos una buena conducta delante de Él. ¿Por qué? Porque Su nombre está puesto en nosotros. Somos llamados a ser un testimonio para el mundo que nos rodea. Hoy, profundizaremos en Levítico, capítulos 11 al 16, veremos cómo Dios, en su infinito amor y cuidado, le da a la nación de Israel instrucciones muy específicas sobre cómo vivir, cómo comer, cómo purificarse. Estas leyes, que a primera vista pueden parecernos extrañas o lejanas, nos revelan muchosobre el corazón de nuestro Padre celestial: un Dios que busca la limpieza, la salud y la santidad en su pueblo. Y lo más maravilloso es que, al estudiar estos pasajes, descubriremos cómo todo esto apunta gloriosamentehacia la obra perfecta de nuestro Señor Jesucristo.
Dios desea tener una relación seria y profunda con su pueblo. No podemos tomarnos a la ligera las cosas divinas, porque hay consecuencias. Pero más allá de eso, Él anhela que mostremos una buena conducta delante de Él. ¿Por qué? Porque Su nombre está puesto en nosotros. Somos llamados a ser un testimonio para el mundo que nos rodea. Hoy, profundizaremos en Levítico, capítulos 11 al 16, veremos cómo Dios, en su infinito amor y cuidado, le da a la nación de Israel instrucciones muy específicas sobre cómo vivir, cómo comer, cómo purificarse. Estas leyes, que a primera vista pueden parecernos extrañas o lejanas, nos revelan muchosobre el corazón de nuestro Padre celestial: un Dios que busca la limpieza, la salud y la santidad en su pueblo. Y lo más maravilloso es que, al estudiar estos pasajes, descubriremos cómo todo esto apunta gloriosamentehacia la obra perfecta de nuestro Señor Jesucristo.